Parece tabú. Vivimos en un mundo vertiginoso. Conocemos decenas o centenas de personas. Vamos a reuniones, trabajamos, nos encontramos en bares y discos, pero si hay algo de lo que no se habla es de como combatir el estrés.
De hecho, personalmente he participado de conversaciones donde se hace mención al estrés como tal: «estoy estresado… no doy más» pero ahí por lo general mueren el 97% de esas conversaciones.
Y es que las personas por lo general no somos conscientes, no identificamos fácilmente los síntomas de una depresión. No sabemos que síntomas tiene el estrés. No tenemos control del estrés en nuestro cuerpo y por desgracia para muchos, cuando nos damos cuenta ya es tarde.
El estrés está presente en todos los seres humanos, en todos los seres vivientes. Un bebé se estresa durante su nacimiento y un gato se estresa durante un baño. En definitiva hablar del estrés es tan común que ni nos damos cuenta que lo estamos mencionando. Pero… ¿hablamos de como lidiar con el estrés realmente?
Indice de contenido de este artículo
Para combatir el estrés debemos saber que es lo que lo provoca.
¿Que provoca el estrés?
Como lo mencioné más arriba. El estrés está presente en todos los seres vivos, de hecho las plantas pueden estresarse debido a shocks lumínicos o hídricos e incluso los arboles de bonsai se estresan durante el trasplante, lo que puede llegar a matarlos. Entonces, estamos ante «una enfermedad» que tenemos todos, en todo el mundo. Sin embargo, los niveles de estrés son los que por lo general nos permiten accionar de determinada manera ante determinadas situaciones. Cuando estamos a punto de bajar del tren o el subte nuestro subconsciente sabe que en los próximos segundos sonará un pitido y podría cerrarse la puerta y deberíamos esperar a la próxima estación para descender. Bien, esa reacción química generada por nuestro cerebro se llama estrés.
El exceso de esas reacciones químicas desencadena un desequilibrio de distintos factores. Cuando frenamos de golpe con el auto la reacción generada por el cerebro se denomina estrés agudo. Cuando una situación nos viene preocupando hace tiempo por que no hay forma visible de solucionarla, a eso se lo llama estrés crónico. De hecho hace poco escribí un artículo muy concreto sobre lo que tenemos que tener en cuenta a la hora de cambiar de empleo y este proceso, que parece tan simple y sencillo podría devenir en un ataque de ansiedad y pico de estrés si el proceso de cambiar de trabajo se alarga durante mucho tiempo.
Combatir el estrés es mucho más sencillo si conoces algunos síntomas.
¿Cuales son los síntomas del estrés?
Vivir con estrés no es bueno. Nuestro cuerpo genera sustancias químicas para equilibrar las distintas reacciones cerebrales. Si nuestro cerebro está enviando señales de tensión constantemente, órganos vitales como nuestro hígado, estomago, intestino y páncreas comienzan a segregar sustancias químicas para contrarrestar esas reacciones. Si el desequilibrio es constante, los órganos comienzan a fallar produciendo o permitiendo que se activen o generen nuevas enfermedades. Es por eso que en ciertos países la frase «el cuerpo te pasa factura» es tan conocida.
Antes de llegar a este punto, nuestro cerebro se convierte en un campo de batalla y de choques eléctricos con millones de neuronas muriendo en cada reacción. Algunos de los síntomas del estrés que podrían ser muy comunes, pueden ser:
- Ansiedad
- Falta de enfoque
- Enojo
- Tristeza
- Falta de apetito o ganas de comer cosas que engordan
- Fatiga
- Cambio del deseo sexual
Y los primeros síntomas del estrés en el cuerpo se manifiestan a través de:
- Dolor de cabeza
- Tensión muscular
- Dolor estomacal
- Acidez
- Dolor en el pecho
- Insomnio
Finalmente, el estrés crónico, como lo mencioné mas arriba, puede causar distintas enfermedades, entre ellas:
- En las mujeres, problemas menstruales
- Obesidad
- Problemas en la piel, como acné o eccema
- Presión alta
- Diabetes
- Depresión o ansiedad
- Insuficiencia cardíaca
Obviamente, estos síntomas no son pura y exclusivamente del estrés, por lo cual no hay que asumir que por que a uno le duele el estomago y la cabeza está estresado. Solo un profesional de la salud, y después de realizar determinados exámenes, puede dictaminar si es estrés o alguna otra enfermedad.
Estrés y ansiedad. El famoso «Pico de estrés».
Estrés y ansiedad no son lo mismo. Lo dicho recientemente. El estrés es la reacción de nuestro cerebro a determinadas situaciones. La ansiedad es el exceso constante y permanente de esas reacciones y es considerada como un trastorno. El trastorno de ansiedad suele acarrear graves problemas psicológicos que necesitan tratamiento médico incluso con todo tipo de drogas ya que pueden derivar en enfermedades más severas, e incluso suicidio o muerte accidental.
El nerviosismo, agitación, sudoración, temblores, sensación de peligro inminente, trastorno de pánico, hiperventilación, debilidad y cansancio suelen ser síntomas muy comunes de los trastornos de ansiedad pero ya hablaremos de ello en otro artículo.
Lo importante a mencionar en este cóctel de emociones, es que debemos enfocarnos en como prevenir el estrés, tratarlo clínicamente ya que es mucho más difícil de manejar la ansiedad y suele convertirse en una enfermedad que tarde o temprano vuelve.
¿Y como combatir el estrés?
El ritmo de vida que llevamos comúnmente nos lleva directo al desastre, inminentemente. Para aprender como calmar el estres, existen cientos de prácticas que se pueden incorporar a la vida cotidiana. Sin embargo, es importante que entiendas que hay tres cosas básicas que debes hacer para volver a tomar el control de tu mente y de tu vida.
Ejercicio Físico y técnicas de relajación para eliminar el estrés.
El ejercicio físico es fundamental en la vida de las personas, no solo para el control del estrés, sino para la circulación sanguínea, oxigenación de la sangre, eliminación de grasas y muchísimo más. Aún cuando no estemos acostumbrados a realizar ejercicio físico debemos hacer algo, salir a correr es lo ideal, pero también se pueden realizar prácticas físicas mas favorables y de poco impacto aunque bastante exigentes como el Yoga y Pilates.
Las técnicas de relajación y control de la respiración son igual de importantes que el ejercicio para el estrés, no por nada la práctica del Yoga y la meditación llevan tanto tiempo como la civilización oriental en nuestro mundo. Si logramos controlar nuestra respiración, lograremos ordenar a nuestro cerebro, a través de la sangre, a que pensamientos debe hacer caso y eso, concretamente, se convierte en una mejor salud emocional y física. Además, estas técnicas sirven para canalizar nuestros ataques de nerviosismo, convirtiendolos en energía favorable.
Organizar tus prioridades y tus tiempos para combatir el estrés.
Una de las cosas que empezamos a descuidar, «por culpa del estrés» son nuestras prioridades y nuestros tiempos. NADA es más importante que nosotros mismos.
Si no nos damos nosotros el tiempo para respirar, para ver el sol un rato al día, para contemplar un minuto cada vez como crecen nuestros hijos, la vida comienza a perder sentido y es ahí cuando el estrés comienza a ganar.
Organiza tus prioridades. Cada mañana, cuando te estas por levantar, tomate dos minutos para hacer una lista mental de tus prioridades del día, pasalas a papel si es necesario, pero enfócate en realizar primero esas cosas prioritarias de la lista. Si es importante, hazlo cuanto antes.
Organiza tus tiempos. Si llegaste hasta aquí es por que evidentemente crees que podrías sufrir de estrés o peor aún, ya te consideras una persona estresada. Y entonces te pregunto; ¿Cuando te miraste a los ojos frente al espejo y te preguntaste que era lo mas importante en tu vida? ¿Cuando te sentaste por última vez en una plaza a ver a los ancianos y a los niños disfrutar de las palomas?
Es importante que organices tus prioridades y que cada día te des un tiempo para cada cosa. Media hora al día para leer y una hora para hacer ejercicio, media hora para almorzar y una hora para cenar, quince minutos a la mañana y otros quince a la noche para relajarte y respirar. Disfruta esos tiempos y verás que lo importante es eso que tienes al alcance de tus manos.
Cuidar tus hábitos alimenticios y costumbres de vida para reducir el estrés.
TODO es una sinergia completa. Nuestro cuerpo, nuestra mente y universo laten a la misma velocidad. Muchos de nuestros hábitos alimenticios y de vida no son buenos y aunque no nos demos cuenta, estamos dañando nuestro cuerpo y nuestra mente. Comer mal, rápido, comidas saturadas en grasa, sentir constantemente esa ansiedad por comer, harán que nuestro cuerpo no funcione correctamente, lo cual, consecuentemente, terminará en el envío de sangre poco oxigenada al cerebro, lo que desencadena más problemas.
Dormir a deshora, trabajar hasta tarde, fumar, beber alcohol en grandes cantidades, incluso más de tres tazas de café al día alteran tus hábitos y desequilibran tus reacciones cerebrales, obviamente, generando una crisis por estrés que tarde o temprano terminará por explotar. Debemos aprender que en que momento y que tomar para el estrés, para no llegar al punto en el que necesitemos acudir a los distintos remedios para el estrés que venden en las farmacias.
Eliminar el estrés es imposible. ¿Es imposible?
La respuesta es NO, no es imposible. En realidad NO del todo. Podemos combatir el estrés pero no podemos eliminarlo de nuestras vidas, seriamos robots si no lo tuviéramos. Sin embargo es esencial para nuestra mente y nuestro cuerpo que enfoquemos y canalicemos nuestras ondas cerebrales para que nos hagan mas bien que mal y es fundamental que podamos detectar a tiempo cuando algo se nos está gestando.
Si logramos darnos unos minutos al día para nosotros, finalmente podremos detectar cuando estamos en presencia de sintomas de estrés o ansiedad y podremos actuar en consecuencia para evitar males mayores.
Ahora que sabes que podemos combatir el estrés
se te ocurre algún método que podamos practicar cada día para liberar esas tensiones que tanto mal nos hacen