Sabemos que la vida no siempre es color de rosa. A veces sentimos que vamos tras del volante de un auto nuevo, atravesando una autopista amplia, iluminada y sin obstáculos. Pero otras veces, el auto y la autopista desaparecen, y en su lugar vemos una montaña llena de riscos y pendientes, que tenemos que sortear sin más recursos que nuestro cuerpo y voluntad. En efecto, esto es la vida: un ir y venir por diferentes tipos de situaciones. Cuando tienes éxito, lo disfrutas, pero cuando todo te sale mal, puedes llegar al colapso.
Por supuesto, esto dependerá de tu personalidad, de tu carácter, tus experiencias previas y fortaleza. De la forma en que hayas aprendido a superar los tropiezos y levantarte de ellos. Justo de eso se trata la sabiduría y la inteligencia emocional. Cuando todo te sale mal, es justo el momento perfecto para hacerte de las herramientas que entrenen tu fortaleza emocional, espiritual y mental.
Sobre este interesante tema, el reconocido psicólogo estadounidense Johm Gottman, planteó que «en la última década, la ciencia ha descubierto el rol que las emociones juegan en nuestras vidas. Los investigadores han encontrado que incluso más que el cociente intelectual, la conciencia emocional y habilidades para controlar sentimientos, determinarán nuestro éxito y felicidad en todos los ámbitos de la vida, incluyendo las relaciones familiares»
Esto implica que, saber reaccionar con acertividad y astucia en esos momentos cuando todo te sale mal, resultará vital para superar los tropiezos de una forma rápida, efectiva y con las menores consecuencias negativas posibles. Acompáñanos en Cultura Bienestar a conocer las mejores técnicas para superar un mal momento, mantenerte centrado, en calma, y no perder el control.
Indice de contenido de este artículo
Técnicas para mantener la calma cuando todo te sale mal
¡Respira!
Te parecerá quizás un aspecto sumamente básico, pero su potencia es extraordinaria. Cuando todo te sale mal, te sientes sumido en un clima de incertidumbre e incomodidad en el que la inquietud se hace presente. Bajar un poco tu ritmo te ayudará a mantener el control. Respira profundo y lento, retén el aire en tus pulmones el tiempo que puedas y luego exhala lentamente. Repite este proceso al menos cuatro o cinco veces, y verás que tu nivel de zozobra se controlará un poco. Si sientes que tu estado de angustia te sobrepasa, revisa estas técnicas para controlar la ansiedad.
Controla tus impulsos
Si acabas de pasar por un conflicto personal o laboral, han tomado alguna decisión que te afecte o has descubierto alguna cuestión que te genere malestar, puedes estar con una extrema sensibilidad, y eso puede llevarte a actuar siguiendo tu primer impulso. Esa decisión no siempre es la más acertada, pues estamos propensos a decir o hacer cosas que no son las más racionales.
Haz un esfuerzo por tomar conciencia de tu estado. Si lo sientes necesario, aíslate por un tiempo. Si tuviste algún problema en la oficina o en casa, sal unos minutos a despejarte, a dar una vuelta, a caminar. Respirar aire fresco y gastar algo de energía te ayudará a equilibrar tu estado de ánimo, a bajar un poco la intensidad de tus emociones y a pensar en una reacción coherente, conveniente para todas las partes, y no precipitada.
Ocúpate en alguna labor manual
Cuando todo te sale mal, sueles sentir elevados niveles de ansiedad, y al mismo tiempo dificultad para la concentración o desmotivación general. Una técnica bastante útil, especialmente en situaciones en las que te sientes angustiado y no logras enfocarte para desarrollar ninguna labor intelectual, es ocuparte en labores manuales.
Cuestiones como organizar tu clóset y sacar la ropa que ya no uses, limpiar a fondo tu escritorio o la cocina de tu hogar, o incluso colorear alguna mandala, serán buenas herramientas que le permitirán a tu mente sosegarse, bajar un poco los niveles de intensidad de tu pensamiento, y a través de una labor simple, retornar poco a poco a un estado de calma.
Habla con alguien que no tenga vinculación con tu conflicto
Cuando todo te sale mal y te detienes a pensar en los puntos clave de tu situación, descubrirás que existen uno, dos o tres asuntos clave que te mantienen en un estado de angustia y no te dejan avanzar. A veces estamos tan sumergidos en nuestros propios conflictos, que perdemos la capacidad de visualizar la situación desde una perspectiva más amplia, o simplemente diferente.
Además, como solemos tener intereses o pasiones en juego, perdemos la capacidad de ser objetivos. En este sentido, una técnica muy valiosa para tratar con la situación problemática sin perder el control, es darte el tiempo de hablar sobre el asunto que te angustia con una persona que sea de tu confianza y que no tenga ninguna vinculación directa.
En una conversación franca, expón los hechos y tus puntos de vista. No sólo te servirá para desahogarte y para organizar tus ideas al tiempo que las verbalizas. También te permitirá tener una visión diferente. Quizás existan análisis y posibles soluciones que sólo desde una visión externa pueden ser apreciadas.
Cuando todo te sale mal, es cuando la vida te pone a prueba. De tu inteligencia emocional, empatía, astucia y buen manejo de tu ánimo, puede provenir la superación de una crisis que te lleve al siguiente nivel de tu realización personal.